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martes, 15 de junio de 2010

El arte de Solana, en la Casa Natal

Una personalidad excéntrica, estrafalaria, disparatada y un poco moderna a pesar suyo. El artista José Gutiérrez Solana (1886-1945) es una de las figuras singulares del arte español del XX. Pese a pertenecer a la Generación de 1914, la misma que Pablo Picasso, Ortega y Gasset y la Institución Libre de Enseñanza, que se afanó por establecer cambios en España y salir de la oscuridad en que se encontraba sumida desde finales del XIX, Gutiérrez Solana siempre quiso afianzarse en los postulados de la Generación del 98.

«Le gustaba la España profunda, negra, un país muy tremendo, pero esa realidad no existía y Gutiérrez Solana la inventaba. Quería ser un pintor muy a la antigua y a pesar suyo fue tremendamente moderno», explicó ayer el director general del Instituto de Cultura de Fundación Mapfre, Pablo Jiménez, en la presentación de la muestra que fue inaugurada ayer en la Fundación Picasso, Solana en las Colecciones Fundación Mapfre.
La exposición, que podrá visitarse hasta el 10 de octubre, está compuesta por seis óleos sobre lienzo, realizados entre 1917 y 1938, y una treintena de grabados, que ofrecen una visión del conjunto de la obra de Solana y resume las obsesiones y preocupaciones de uno de los artistas más significativos del arte español del XX. En estas piezas están presentes algunos de los temas que fascinaron siempre a Solana, como el espectáculo de los ritos religiosos callejeros, la muerte o el carnaval.
Son temas que desvelan semejanzas de planteamientos e iconografías con el expresionismo belga o la nueva objetividad alemana. «Solana hacía trampa; lo que nos cuenta no es verdad, se lo ha inventado», indicó Jiménez. Y es que «hacía una cosa muy moderna, inventarse el mundo de Solana, una forma de ver la realidad; se inventa un personaje, que es José Gutiérrez Solana, y adecua la realidad a lo que quiere ver ese personaje». Destaca la pieza Máscaras bailando, que sintetiza una gran parte de los valores de la pintura: «Este cuadro desmiente el tópico de Solana como pintor de lo negro, porque revela una exquisita sensibilidad cromática y una cuidada construcción visual».
La directora de la Casa Natal, Lourdes Moreno, dijo que el artista representa una marcada diferencia con lo que se hacía fuera de España por españoles. En este grupo de la Generación del 14, unos partían de la tradición española para llevarla «al extremo», mientras que otros rompían estos conceptos para crear algo diverso.

ALEJANDRA GUILLÉN. MÁLAGA.

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