Un museo en el Parlamento dos cuadros a ambos lados del estrado del hemiciclo del Parlamento de Canarias

La Cámara presenta un inventario de las 700 obras que conserva en su sede de Santa Cruz
Los dos cuadros a ambos lados del estrado del hemiciclo del Parlamento de Canarias, obra del pintor palmero Manuel González Méndez, son las obras más valiosas del inventario de la Cámara regional.
Los dos cuadros a ambos lados del estrado del hemiciclo del Parlamento de Canarias, obra del pintor palmero Manuel González Méndez, son las obras más valiosas del inventario de la Cámara regional. manuel lérida

El Parlamento de Canarias presentó ayer el inventario de bienes patrimoniales y de interés cultural con los que cuenta la institución, un trabajo de dos años desarrollado por un equipo de Historia del Arte de la Universidad de La Laguna dirigido por Alberto Darias Príncipe. El catálogo, que incluye entre 600 y 700 bienes muebles e inmuebles con valor artístico, ha supuesto la identificación, catalogación, descripción y localización de cada objeto, así como detalles sobre su grado de conservación y consejos para su mantenimiento. Darias explicó en la presentación que los murales de González Méndez, en el salón de plenos, son probablemente las obras de más valor artístico.

DANIEL MILLET
SANTA CRUZ DE TENERIFE En el Parlamento de Canarias hay mucho más que diputados, escaños, micrófonos, oficinas, escaleras, fotocopiadoras, botellines de agua o papeles y carpetas con toda la actividad legislativa. En sus paredes, en el suelo, en los despachos o en las vitrinas de los pasillos hay más de 700 obras de arte, de mayor o menor calado, de las que las más importantes pasarán a formar parte de un museo proyectado en el Plan Director, el documento que recoge cómo será la sede de la santacrucera calle Teobaldo Power en un futuro próximo.

A la espera de que ese sueño se haga realidad, los responsables de la Cámara han empezado por poner orden en todo ese patrimonio desplegado por todos los rincones del edificio. Después de un trabajo exhaustivo, Alberto Darias, catedrático de Historia del Arte de la Universidad de La Laguna, presentaba ayer las 536 fichas que componen los seis tomos del inventario de todo ese arte parlamentario, en formatos tan variados como cuadros, esculturas, alfombras persas, frescos, barandas de escaleras (algunas del siglo XIX), metopas, platos, medallas, mapas, libros, pergaminos, grabados, monedas, mazas o hasta pomos de puertas que también esconden un valor apreciable.

Los Guernica del Parlamento de Canarias son, según Alberto Darias, los dos óleos del mítico pintor palmero Manuel González Méndez, que ocupan los doseles a ambos lados del estrado del hemiciclo principal. Se trata, además, de dos obras que han generado polémica a lo largo de la corta historia democrática de la que fuera anteriormente sede del conservatorio de música de Santa Cruz. El ex presidente del Gobierno canario, Lorenzo Olarte, llegó a pedir su eliminación por representar de "la humillación del colonizado" frente a "la prepotencia del conquistador". Darias precisó que el verdadero significado es "la fusión de las razas, no la sumisión de los guanches".

Buceando en esta galería hay de todo, desde baratijas cutres como platos de recuerdo de Teruel y escudos de Murcia, hasta documentos protocolarios forrados en bellos cuadernos de cuero, como el Libro de Honor reservado a las visitas de los jefes de Estado y de Gobierno que figura en una vitrina. "Es realmente un inmenso honor venir aquí, al Parlamento canario, conseguir tanto calor humano y construir junto a ustedes los caminos de un nuevo mundo, mejor, más humano y feliz para todos". Esto escribió en mayúsculas y firmó Hugo Chávez, presidente de Venezuela, el 22 de febrero de 2000. El problema es que la mayoría de páginas están en blanco, porque además de Chávez sólo están sus majestades los Reyes, don Juan Carlos y Doña Sofía, y el ex presidente de Portugal Mario Soares.

Y sí los Manuel González Méndez son las obras más valiosas, el despacho del presidente y la correspondiente sala de visitas son las estancias más ricas en arte. Un cuadro de César Manrique, dos de Pedro González, uno de Lola Massieu y otro de Martín González, aparte de un plano original del edificio principal de cuando fue proyectado en 1883 por el arquitecto Manuel de Oraá.

Por haber, hay hasta un repostero con el escudo oficial de Canarias al pie de las escaleras internas que contiene una sorpresa, como reveló ayer, durante una visita de La Opinión de Tenerife, Fernando Prieto, jefe de negociado de protocolo del Parlamento: "Hay un error. El lema Oceano está en azul en vez de en sable, color negro en el argot heráldico. Y es que el artículo 6 del Estatuto de Autonomía obliga a que el color de ese lema sea en sable".

En la Sala Constitución del 78 hallamos una pintura gigante del puerto de Santa Cruz de Tenerife; en la Sala de los Presidentes, retratos de los ex mandatarios de la historia de la Cámara (Pedro Guerra, Victoriano Ríos, José Miguel Bravo de Laguna y Gabriel Matos); en el patio interior y la fachada, esculturas en espiral de Martín Chirino; y en la entrada principal, esculturas de Pepe Abad. Y eso que todavía quedan obras por recuperar (un retrato de Alfonso XIII o el cuadro La ribera del Manzanares de Valentín Sanz, hoy en el Museo de Santa Cruz) u otras que se sospecha fueron extraviadas o quedaron ocultas tras las capas de pintura de las diferentes remodelaciones de la sede, como un lienzo que Darias atribuye a González Méndez del antiguo escudo de Canarias previo al del Estatuto de Autonomía.